Cómo elegir un termo eléctrico
Si está buscando comprar un termo eléctrico, decántese por escoger el más adecuado atendiendo a las necesidades de la vivienda y para ello deberá tener en cuenta varios factores, como son: el uso que se le va a dar, el lugar de la vivienda donde se instala el termo y la dureza del agua de la zona donde se encuentre localizada la vivienda.
A continuación explicamos las características que influyen a la hora de elegir un termo eléctrico y una guía para saber cuál elegir.
¿Qué función tiene un calentador eléctrico?
Los termos eléctricos son depósitos de agua caliente para uso sanitario. Para funcionar solo necesitan estar conectados a la red de agua sanitaria y enchufados a la corriente con toma de tierra.
Se diferencian de los calentadores de gas en que el agua no se calienta instantáneamente al pasar por el aparato, por lo que no pueden ofrecer agua caliente de manera ilimitada.
La principal ventaja de este sistema, con respecto al calentador, es que no requiere que contemos con una instalación de gas. Entre los inconvenientes encontramos un mayor gasto, ya que el precio de la electricidad es superior al del gas natural o butano.
Por suerte, existen en el mercado una variedad de modelos diferentes que son capaces de acumular y calentar agua para satisfacer el consumo de agua de todo tipo de hogares.
Guía para elegir un calentador eléctrico
¿Qué tengo que tener en cuenta a la hora de elegir un calentador eléctrico?
1. Capacidad del depósito del termo
Los termos eléctricos calientan el agua que se encuentra en su depósito mediante una resistencia. Cuando el agua acumulada alcanza la temperatura suficiente (alrededor de 60 grados centígrados) la resistencia se apaga y el agua permanece dentro de la cuba hasta que existe una demanda por parte del usuario. El agua, a diferencia de los calentadores de gas, no se calienta instantáneamente al pasar por el aparato. Es por esto que, antes de realizar una compra, se debe de calcular la capacidad que es necesaria.
A la hora de elegir la capacidad del termo tenemos que calcular la cantidad diaria de agua caliente que vamos a necesitar. También tendremos que tener en cuenta los hábitos de consumo: por ejemplo si todos los miembros de una vivienda toman una ducha a la misma hora, tendremos que elegir un termo con un depósito capaz de atender ese pico de demanda.
¿Cómo calcular cuántos litros necesita mi termo eléctrico?
*Miembros de la familia.
Cada persona consume una media de 30 litros de agua caliente al día. Así que para una vivienda en la que viven dos personas nos bastaría con un termo eléctrico de 50 litros o 75 litros para el uso de fregadero, lavabo y ducha. Si en vez de ducha, hay bañera, mejor escoger uno de 80 litros.
Cuando el núcleo familiar lo componen más de tres miembros, la capacidad del termo eléctrico deberá oscilar entre los 100 y 200 litros.
- Ducha: 25/30 litros de agua.
- Fregar los platos: 5 litros de agua.
- Uso del lavabo: 5 litros de agua.
*Hábitos de consumos: ¿Ducha o baño?
En una ducha se consumen aproximadamente 30 litros de agua y a veces más (aunque la media de consumo por persona de agua caliente en una vivienda son aproximadamente 45 litros). Si la vivienda cuenta con bañera y hay 1 o 2 personas, habría que mirar los termos de 80 – 100 litros.
*Distribución del consumo.
Si las duchas se suceden de forma seguida y no en intervalos de unas 2 o 3 horas, debemos tener este dato muy en cuenta porque variará lo dicho anteriormente.
También se debe tener en cuenta el gasto de agua caliente que tienen el lavavajillas y la lavadora, porque si los electrodomésticos son muy antiguos pueden incrementar el gasto..
2. Tipo resistencia en función de la dureza del agua
La dureza del agua (cantidad de cal que contiene) en nuestra zona geográfica indicará si debemos decantarnos por una resistencia eléctrica blindada sumergida o de cerámica envainada.
La resistencia es la encargada de calentar el agua cuando se encuentra en el interior del termo eléctrico, por lo que una resistencia de mayor calidad, puede resultar a la larga, más o menos eficiente.
Resistencia blindada: Se encuentran sumergidas en la cuba del termo de modo que permiten una transmisión directa de calor al agua. Calientan el agua más rápido que las envainadas, sin embargo son más vulnerables al desgaste de la cal del agua y más difíciles de sustituir que las envainadas. Este tipo de resistencia se aconseja para aguas blandas.
Resistencia de cerámica envainada: Recomendada para aguas duras porque al no estar en contacto directo con el agua evita el efecto corrosivo de la cal. Es más fácil de sustituir ya que no hay que vaciar el termo para su manipulación pero tarda más tiempo en calentar el agua.
Para aguas con mucha cal también es interesante que el termo eléctrico vaya dotado de ánodo de magnesio para alargar la vida de la cuba. Todos los últimos modelos de termos eléctricos incluyen esta pieza. La función del ánodo de magnesio es evitar el desgaste y la corrosión. Es recomendable sustituirlo anualmente, y de no hacerlo, muchas marcas no garantizan el correcto funcionamiento del termo eléctrico.
También podemos encontrar termos eléctricos con el ánodo de titanio (como el modelo Visualis de Thermor). Los termos con el ánodo de titanio no precisan mantenimiento por lo que a la larga pueden salir económicos.
3. Aislamiento térmico
Es importante situar el termo eléctrico en el interior de la vivienda para evitar el enfriamiento del agua que contiene el termo. Además, es recomendable instalar el termo eléctrico lo más cerca posible a las estancias donde vayamos a utilizar el agua caliente para evitar pérdidas de calor.
Algo que tenemos que tener en cuenta al instalar nuestro termo eléctrico es dejar una distancia de al menos 50 cm entre el termo eléctrico y la pared para así poder realizar el mantenimiento (en el caso de que fuera necesario) de los elementos eléctricos. También deberemos considerar instalar el calentador eléctrico en paredes que puedan soportar bien el peso del termo.
4. Temperatura fija o regulable
Existen dos tipos de termos:
Termo de temperatura fija. Son más económicos que los regulables. Este tipo de aparatos calienta el agua siempre a la misma temperatura, sin la posibilidad de regularla. Hay que tener en cuenta que, en la gran mayoría de los casos, no hace ninguna falta el poder controlar la temperatura.
Termo de temperatura regulable. Son equipos más caros que los anteriores, pues permiten indicar, dentro de un rango, la temperatura a la que se desea calentar el agua. Esta especificación es necesaria en pocas ocasiones.
Ventajas del calentador eléctrico frente al calentador de gas
Agua a temperatura constante. A diferencia de los calentadores de gas, en los que la temperatura dependerá del calor generado y el caudal del agua.
Son recomendables para lugares donde el agua que sale de las tuberías para entrar en el termo eléctrico no esté demasiado fría, pues de cuanto más fría esté el agua más electricidad se necesitará para calentarla.
Son una buena opción en apartamento de vacaciones o segundas viviendas, donde los periodos de utilización son discontinuos.
Instalación sencilla. Lo único que necesitan es un punto de corriente eléctrica. No precisan una instalación de gas.
Funciona con cualquier caudal. Se evitan así los problemas de presión, además de la ventaja que supone no tener que tirar gran cantidad de agua para que esta esté caliente.
No requiere cambiar bombonas. En caso de que no se disponga de una instalación de gas natural en la casa.
Seguridad. Al no haber una instalación de gas, no se corren los riesgos que implica.
Si tiene alguna duda la hora comprar termo eléctrico, consúltenos sin compromiso. Puede llamarnos al 952236651